viernes, 2 de julio de 2010

EL DESCONOCIDO

Era una noche fría. Pero no teníamos más salida que viajar.
Tomamos la ruta a las 11 de la noche. No veíamos nada. Había mucha niebla. Mi hermana Julieta y yo, comenzamos a sentirnos un poco incómodas.
De pronto, a lo lejos, vimos un auto a la orilla de la ruta ,nosotras no sabíamos si parar, estaba de noche y no se veía nada. Entonces, acordamos que teníamos que hacerlo. Probablemente alguien necesitara ayuda. Nos acercamos al auto y había un hombre que tenía un ojo tapado .Le preguntamos si necesitaba algo. Él nos contestó:- No; sólo se me paró el auto. Nosotras nos pusimos a pensar , y le preguntamos si quería que lo lleváramos a su casa. El aceptó.
Después de 80 km llegamos .Estaba ubicada en un bosque lejano de la ciudad , abandonada y muy sucia. Él tenía muchos perros, como secuestrados.
Luego, nos invitó a tomar algo y a comer. No estábamos muy confiadas, porque era un hombre que nunca habíamos visto. Después de haber comido nos teníamos que ir, pero como había mucha tormenta y lluvia, finalmente nos quedamos hasta el otro día.
Él nos dio una habitación .Estaba muy fría , asique le pedimos algo para calentarnos. Nos dio un calentador. Con mi hermana no dormimos casi nada, de miedo que nos hiciera algo.
Al otro día, nos levantamos y nos invitó a desayunar, mientras que él nos contaba su historia de cuando era chico. Él nos dijo que no tenía ni padre , ni hermanos, porque cuando era chico se habían muerto en una accidente de tránsito.
Era la hora de irnos a casa. Con mi hermana Julieta ,que estaba muy asustada , nos encontramos con la cuatros gomas pinchadas. Entonces, él nos llevó a casa.
Cuando llegamos , nuestros padres nos preguntaron dónde nos habíamos metido estos dos días. Le contamos que nos quedamos en una casa muy extraña, y que esa casa era del hombre que nos había llevado de regreso. Lo invitamos a comer y se quedó y empezó a ponerse muy violento. Mi padre lo quiso tranquilizar pero él sacó un cuchillo y le pegó una puñalada.

Hoy, todos podemos ver nuestros cuerpos en el cementerio y a aquel extraño entre las rejas.

AUTORES: AXEL ORTOLACHIPI , PABLO SANTILLAN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deje aquí sus comentarios